10 mandamientos de la inversión en bolsa

Artículo escrito por: Web Financial Group S.A

1. Invertirás dinero que puedas permitirte perder.

A nadie le sobra el dinero, pero es vital para no cargarte de presión que el capital invertido no sea dinero que necesites para vivir o para gastos de corto/medio plazo. Dinero que si lo pierdes, no cambie tu forma de vida.

2. Aprenderás de los mejores

Tiene todo el sentido cuando quieres aprender una profesión o disciplina fijarte en los mejores y aprender de ellos. Si uno quiere ser un buen jugador de baloncesto se fijará en referentes como Jordan, Kobe o Lebron, y si quiere ser un buen escritor, en Cervantes, Shakespeare, Dickens o Dostoyevski. Si quiere ser un buen director de cine se fijará en Billy Wilder, John Ford o Alfred Hitchcock, y obviamente si uno quiere ser un buen inversor debe aprender de los mejores como Buffett, Lynch, Druckenmiller o Livermore, aunque luego cada uno seguirá su propio camino o filosofía de inversión.

3. Te formarás antes de comenzar a invertir y después, también.

Sin formación las posibilidades de ganar en bolsa son muy reducidas. Debemos aprender e investigar todo lo que podamos sobre los mercados y probar primero en ‘demo’ y/o con una pequeña parte del capital disponible, y solo exponer nuestro capital a los vaivenes del mercado cuando estemos preparados. Además, hay que tener una filosofía y mentalidad de aprendizaje continuo.

4. Serás paciente y pensarás en el largo plazo.

Las prisas son malas consejeras en la vida, y en la bolsa más aún. Los grandes beneficios vienen cuando eres capaz de seguir grandes movimientos y dejas al precio evolucionar con sus zigzagueos habituales. Además, ningún método gana siempre y, por tanto, deberás medir tus resultados a largo plazo. Es decir, debes ser paciente con tus posiciones ganadoras y con tus resultados como inversor.

5. Seguirás la tendencia.

La tendencia es tu amiga. Como decía el gran Charles Dow, padre del Análisis técnico, cofundador del Dow Jones y del Wall Street Journal, siempre es más probable que una tendencia siga a que cambie, mientras no haya señales de cambio de tendencia.

6. Cortarás las pérdidas.

Es importante cortar pérdidas y dejar correr los beneficios. La paciencia es clave para lo segundo, pero para lo primero la clave está en poner stops y vender si la tendencia cambia. Los stops no se pondrán a capricho, sino en un precio en el que de perderse, no tiene sentido mantener una posición ya que la estructura habría cambiado o el riesgo de giro es demasiado alto. Esto es importante, ya que cuando pierdes un 50% para recuperarte necesitas una subida del 100%.

7. No pondrás todos los huevos en la misma cesta y diversificarás.

Diversificar será otra forma de gestionar el riesgo, además de poner stops para cortar pérdidas. No solo diversificarás en valores, sino con sectores y países distintos.

8. No te apalancarás o, al menos, no lo harás en exceso.

Otro factor importante a la hora de gestionar el riesgo es no apalancarse, es decir, no endeudarse cuando uno abre una posición. Con productos derivados podríamos tomar posiciones muy grandes, sin disponer de ese capital, pero eso supone un riesgo de pérdidas muy grande. Nunca debemos arriesgar más del 1,5% del capital total en una sola operación.

9. Serás disciplinado y controlarás así tus emociones.

La mejor manera de ser disciplinado y controlar las emociones, que pueden ser catastróficas para nuestros resultados (miedo, avaricia, euforia, sed de revancha….), es tener un plan o método de inversión y ejecutarlo con disciplina, obviando todo el ruido enorme que generan los mercados.

10. Te mantendrás humilde.

Nunca acertarás siempre y nunca estarás seguro de lo que hará el mercado. Mantenerse humilde permite tener la filosofía correcta de aprovechar lo que te da el mercado, en vez de decirle al mercado lo que tiene que hacer. Te empuja a tener controlada tu gestión del capital y no asumir excesivo riesgo, y te permitirá tener la filosofía de aprendizaje constante toda tu vida. Endiosarse te puede llevar a saltarte tus propias normas. Aquel que el que cree que ya lo sabe todo no puede aprender más.